Para dar respuesta a una pregunta así de simple tenemos que volver a sumergirnos en el mundo cuántico, pero por suerte a un nivel superficial.
De Broglie propuso allá por los años veinte una hipótesis un poco rara: si las ondas pueden comportarse como materia, ¿por qué no iba la materia a comportarse como ondas? Esto es dualidad onda-corpúsculo en estado puro.
La realidad es que acertó, toda la materia tiene una longitud de onda asociada y en ciertos escenarios debería comportarse (y se comporta) como una onda. Ahora supongo que estáis pensando "yo estoy hecho de materia y nunca me he difractado, por ejemplo, como una onda". Cierto es, ¿pero por qué?
La longitud de onda que se asocia a la materia depende de la constante de Planck, que es muy muy pequeña, aproximadamente 6,6x10^-34 (o sea, 0,(33 ceros)66); y además se divide por la masa, o sea, más pequeña todavía. Por esto, a no ser que la materia de que disponemos pese muy muy poco, la longitud de onda asociada a dicha materia no será apreciable.
Si conseguimos tener una longitud de onda apreciable aparece otro problema, la materia sólo interacciona de forma ondulatoria con obstáculos que sean del mismo orden de magnitud aproximadamente que su longitud de onda, o sea, como mucho con obstáculos 100 veces más grandes o más pequeños.
Y ahora amigos volvemos al tema inicial, la leche. La leche prácticamente es agua, por lo que debería ser transparente, ¿no? Pero no es exactamente agua, tiene más cosas dentro, flotando. Esas "cosas" que tiene flotando por ahí son moléculas orgánicas (como proteínas), y si hay algo que distingue a las moléculas orgánicas es que son muy grandes, incluso de cientos de átomos encadenados. Algunas son tan grandes, que se acercan a la longitud de onda de la luz visible, y es cuando se produce la magia.
Cuando los fotones se encuentran con esas moléculas tan grandes, tan grandes que se pueden comparar a su longitud de onda (en el rango de la luz visible), se pueden producir fenómenos ondulatorios, y se producen. En concreto se produce un fenómeno conocido como "scattering", algo así como "esparcimiento" de la luz. Se puede explicar como que cada molécula de la leche interacciona con la luz esparciéndola en direcciones aleatorias. El resultado de un número gigantesco de moléculas esparciendo luz blanca en todas direcciones es ese color blanco tan característico de la leche.
¿Os esperábais que algo tan mundano como el color de la leche estuviera teñido de tanta física?