sábado, 29 de noviembre de 2014

Doblando papeles (and bending minds)

 He contado a varios de mis conocidos un pequeño juego de intuición física/matemática, que consiste en imaginar lo alta que puede llegar a ser una columna de papel cuando vas doblando y doblando.

  Como sabéis, la dificultad de doblar un papel crece exponencialmente, y de hecho el récord mundial está en 13 dobleces "solamente". Vamos a imaginar que no tenemos restricciones a la hora de doblar el papel, que no cuesta nada. Os propongo que imaginéis que dobláis un papel 100 veces sobre sí mismo, y diremos que su grosor es de la décima parte de un milímetro aproximadamente. La pregunta que os hago es, ¿cómo sería el grosor de ese papel doblado cien veces? ¿Como una persona? ¿Como un edificio? ¿Como una montaña? En el siguiente párrafo daré la respuesta, así que sed sinceros con vosotros mismos y haced una apuesta antes de seguir.

  La respuesta prometida es impresionante, resulta que tiene el grosor aproximado del tamaño de... ¡¡¡El universo observable!!! Difícil de creer, ¿verdad? Vamos a hacer las cuentas para que os quedéis convencidos del todo.

  En metros, ese grosor sería 0.0001 x 2100 = 1,26  ∙1026 metros redondeando a dos cifras significativas, y resulta que el radio del universo observable es de 1,37 x ∙1026 metros; ¡qué tamaño tan enorme!

  ¿Os esperabais que el tamaño fuera tan descomunal o vuestra apuesta fue un tamaño más humilde? ¡Plasmad cuánto os habéis acercado en los comentarios!

jueves, 13 de noviembre de 2014

¿Qué le preguntarías a un físico?

   Los físicos en el fondo no son más que niños que se preguntan sobre cosas que los adultos no pueden explicarles. Todo el mundo tiene un físico dentro, porque todo el mundo de vez en cuando se hace alguna pregunta que no sabe responder, así que se me ha ocurrido un experimento, deciros directamente: ¿Qué le preguntarías a un físico?

   La cosa es bien simple. En el ámbito personal muchos me hacéis preguntas dentro del marco de la Física (aunque en realidad dado que la Física estudia la realidad, casi todas están en ese marco). Os propongo que si queréis me hagáis una pregunta en los comentarios sobre cualquier duda que os carcoma y que la Física pueda responder, y dentro de mis limitaciones, la contestaré.

   ¡Que empiece el juego!

miércoles, 12 de noviembre de 2014

¿Qué tienen los físicos con el oro?

   Cuando empecé a interesarme por la Física descubrí que muchos experimentos de físicos "antiguos" se hacían con láminas de oro, como el famosísimo experimento de Rutherford, que puso en evidencia al anterior modelo atómico, el modelo de Thomson. El experimento era tal que así:


   Básicamente lanzaba partículas muy muy pequeñas contra una lámina de oro muy muy fina, y algunas pasaban y otras rebotaban, dando lugar al modelo de Rutherford, en el que se diferencia de manera evidencial y por primera vez un núcleo y una corteza. El modelo era tan exacto (a un nivel muy "básico" de la física) que es el que se sigue enseñando en los colegios hoy día.

   Recuerdo que cuando me lo explicaron a mí pregunté que por qué se usaba oro pudiendo usar plomo (que es atómicamente más denso), y me dijeron que por qué no...

   Pues varios años después por fin he encontrado la respuesta. ¿Por belleza? No. ¿Por avaricia? No. La respuesta es mucho más sencilla. Imaginaos que sois un físico del S. XIX o principios del XX y necesitáis una lámina muy fina para un experimento, ¿de dónde la sacáis? Un buen primer paso es decantarse por un metal, ya que su estructura de enlace metálico favorece la obtención de láminas (propiedad conocida como maleabilidad). Y aquí llega la respuesta, en esos tiempos no había una industria del metal como la de ahora, ¡y los únicos que trabajaban el metal con maestría eran los orfebres! Claro está, los orfebres sólo sabían trabajar con oro y plata básicamente, y entre esos dos el oro permitía láminas más finas.

   ¿Os lo habíais planteado alguna vez? Pues ya conocéis la respuesta, ¡y no olvidéis comentar!

martes, 11 de noviembre de 2014

¿Existe el magnetismo?

   Qué pregunta tan idiota, ¿no? ¡Pues claro que existe el magnetismo! Si no de dónde iban a salir los imanes, por ejemplo. Desde luego nuestra experiencia nos dice que el magnetismo existe, pero creo que a lo largo de este blog he dejado bastante claro que nuestros sentidos fallan más que una escopeta de feria...

   Voy a intentar dejar en evidencia el concepto de magnetismo, y como no podría ser de otra manera, voy a usar relatividad (muy básica, no empecéis a temblar). Imaginemos una carga puntual en reposo, que genera únicamente un campo electrostático, sin nada de magnetismo. Los cálculos necesarios para poner una carga de distinto signo orbitando a su alrededor son extremadamente sencillos y no me interesan, así que para el tema voy a pasar de ellos, pero es importante tener claro que voy a poner una carga orbitando. En este supuesto contamos, pues, con una carga "quieta" y otra describiendo una circunferencia a su alrededor. Hasta aquí ningún problema.

   Ahora, como somos físicos y nos gusta sufrir, vamos a mover la carga que estaba en reposo en línea recta. Como todos sabemos deja de ser un campo electrostático porque una carga en movimiento genera campo magnético, y pasa a ser un campo electromagnético. Ahora, y este punto es importante, dejamos la otra carga orbitando a su alrededor tal como estaba antes, pero siguiendo ese movimiento en línea recta. Si miramos esa locura desde fuera (si no tenemos algo mejor que ver, como una peli) estando "quietos", como estaba antes la carga central, nos encontramos con que la carga que orbitaba ahora hace un movimiento bastante más complejo, de tipo cicloide.

   Bueno, de momento todo está claro, esa carga no podría orbitar a otra en movimiento si no apareciera una fuerza de origen no eléctrico que le permitiera hacer ese movimiento tipo cicloide, que en efecto es el magnetismo, así que de momento me trago mis palabras... de momento...

   Ahora propongo un juego físico, que es como uno normal pero para pensar hasta que te sangren los oídos, os propongo correr al lado de la carga que se mueve en línea recta con su misma velocidad, ¿qué veis? Lo mismo que cuando estaba "quieta", una carga orbitando a otra, sin más... ¿Cómo es posible que un observador externo vea una "fuerza magnética" y otro que se mueve con el sistema físico en cuestión no vea dicha fuerza?

   La respuesta es para dejaros de piedra. La manera más fácil de explicar este fenómeno es recurrir a una propiedad de los sistemas físicos sometidos a reglas relativistas, una propiedad que dice que los resultados son absolutos aunque se observen desde distintos sistemas de referencia. Por ejemplo, si yo miro como disparan a alguien que huye del disparador y esa bala le alcanza, da igual mi sistema de referencia o a qué velocidad vaya, por mucho que se deformen el tiempo y el espacio esa bala va a alcanzarle, no se pueden ver dos resultados distintos.

   Si habéis entendido esto último probablemente ya habréis llegado a la conclusión. Como los dos observadores tienen que ver como la carga orbita alrededor de la otra, esté el sistema "quieto" o en movimiento, la naturaleza hace una "corrección relativista" a la fuerza eléctrica proporcional a lo rápido que se mueve con respecto a nosotros, y esa corrección es lo que conocemos como magnetismo.

  ¿Qué os ha parecido la respuesta? ¡Comentad lo que se os pase por la cabeza!

viernes, 7 de noviembre de 2014

Metafísica en la Física

   Aunque parezca una contradicción, en esta entrada voy a hablar de la metafísica que anida dentro de la Física, más concretamente dentro de la Física Cuántica.

   Esta historia empieza a principios del S. XX, donde algunas de las mentes más brillantes de la historia juntaron sus esfuerzos en darse cuenta de que no entendían para nada como funcionaba la naturaleza, y apoyándose unos en otros fueron creando la rama del conocimiento conceptualmente más compleja que existe, la teoría cuántica. A pesar de que ellos mismos la creaban paso a paso (a partir de una brillante idea de Max Planck), y de que crearon una base matemática extremadamente compleja pero que a día de hoy sigue siendo la teoría más exacta en sus predicciones, esas mentes privilegiadas no conseguían comprenderlo.

   ¿Eran acaso mentes del calibre de Planck, Schrödinger o el mismísimo Einstein tan idiotas de no comprenderlo? La respuesta es sí, con un peeeeeeero...

   Resulta que entender la Física Cuántica es el problema más complicado al que se ha enfrentado la humanidad, hasta el punto de que en realidad no se puede comprender. Al observar la naturaleza con las mejores gafas que se han hecho, la teoría cuántica, las mentes más brillantes se dieron cuenta de que la misma no quiere ser observada, y que modifica su comportamiento en función a lo que queramos obtener. ¿Tiene consciencia la naturaleza? Casi casi...

   Después de mucho exprimirse los sesos, llegaron a la conclusión de que la Física Cuántica no puede ser comprendida, ya que la naturaleza no quiere ser comprendida, a pesar del poder de predicción tan exacto de las matemáticas que la rigen (sólo diré que la probabilidad adquiere carácter tangible de magnitud física, como la electricidad, y al igual que en la electricidad se producen corrientes, pero de probabilidad...). Sin embargo sí puede ser interpretada, y no sólo eso, sino que más o menos sólo hay 3 posibles interpretaciones, y por mucho que pienses vas a acabar cayendo en alguna de ellas:

  - Interpretación REALISTA: podríamos determinar los fenómenos de la naturaleza con total precisión si consiguiéramos todas las variables del sistema (a las que Einstein llamó variables ocultas). Es como decir que podríamos predecir con total seguridad lo que saldrá en un dado si conocemos resistencia del aire, fuerza de la mano, peso de la tinta, momentos de inercia...

  - Interpretación ORTODOXA: La medida fuerza a las partículas a “aparecer”. En palabras de Jordan: “La observación no sólo perturba el sistema, sino que lo genera; i.e., obligamos a
la partícula a tomar una posición”. Esta interpretación también se conoce como interpretación de Copenhague, y es la más aceptada hoy en día. No obstante, esta interpretación genera un dilema, ¿acaso existe entonces la naturaleza si nadie la mira? Ahí lo dejo para que no podáis dormir.

  - Interpretación AGNÓSTICA: la pregunta "¿dónde está una partícula antes de medirla?" no tiene sentido. Simplemente no te importa si has creado la naturaleza o si ya existía, en cualquier caso las medidas tomadas permiten hacer predicciones extraordinariamente exactas con la teoría cuántica.

   A estas interpretaciones hay que añadirles el aporte de Bell: "hay una diferencia observable si la partícula tenía una posición precisa antes de la medida". A simple vista parece una tontería, pero si se piensa en dos partículas cuyo espín está ligado y medimos el de una, por ejemplo, resulta que entra en conflicto con la última, y si se piensa un poco casi que con todas.

  Lo único que se puede sacar en claro es que la naturaleza es tan esquiva como maravillosa. Podríais preguntaros que cuál es entonces el sentido de la Física Cuántica, es más, del comportamiento de la naturaleza. Sinceramente, buena suerte buscando... ¡Y si lo encontráis no olvidéis plasmarlo en los comentarios!

miércoles, 25 de junio de 2014

¿Merece la pena estudiar física?

  La respuesta a esta pregunta, referida a la Universidad de Sevilla, es un rotundo y gigantesco NO. ¿Te gusta la física? Pues estúdiala por tu cuenta.

  ¿Qué es lo que hace tan malo la carrera? No hay ninguna duda, los profesores. En lo que llevo de exámenes me han suspendido Física General, una anual en tercera matrícula, con un 4.8, Y ME JODO; me han perdido un examen, también de Física General, Y ME JODO; me han puesto un examen de MMII en la que una mitad era imposible de hacer y la otra mitad ¡directamente no la habíamos dado! Y ME JODO; y me han suspendido Circuitos con una media de 6 por quinta vez consecutiva, Y ME JODO. Y desde luego no soy el único con historias como estas, las hay a montones.

  En definitiva, si has llegado a este blog buscando respuestas sobre si estudiar Física en la universidad de Sevilla, NO. LO. HAGAS. Si tu pasión es la física no dejes que un grupo de viejos amargados te la estropee, haz algo mejor con tu juventud y no pierdas el tiempo en este infierno sin sentido.

sábado, 14 de junio de 2014

Un correo inspirador

  Puesto que tengo la expresividad literaria de un tomate maduro, linkeo un correo de un profesor de universidad que explica perfectamente a un alumno de instituto indeciso si debería o no estudiar física. La verdad es que no tiene desperdicio, así que, sin más dilación, aquí podéis leerla.

domingo, 8 de junio de 2014

¿Existe el talento en la física?

  Todos sabemos que Física es especialmente difícil, bla bla bla... Pero la cruel realidad es que no es más que otra carrera, y por muy difícil que sea, se reduce a que el que estudia 6 horas al día aprueba.

  ¿Resulta útil el talento? Pues en principio, para terminar la carrera, no. Decepcionante pero cierto.

  Hace muchos años el nivel educativo del mundo era el mismo que el de una papaya media, por lo que el talento natural (y ser rico) te daba TODO lo que necesitabas para ser un gran físico. En nuestros tiempos nada de eso importa.

  Obviamente el talento te da una buena base con la que empezar a trabajar, pero raro es que alguien hoy en día no tenga ya la capacidad necesaria para ser físico (aunque muchos no la exploten), debido a los adelantes sociales, especialmente en la educación.

  Un buen ejemplo de este tema es el mejor físico de todos los tiempos, Albert Einstein. Es de sabiduría popular que Einstein era un genio sin igual con un intelecto superior. Como casi todo lo que es de sabiduría popular es mentira. Einstein dominaba todo lo que se sabía en su época sobre física a los 20 años, ¿lo hizo con talento o con un intelecto superior? NO, lo hizo con muchísimas horas de estudio y trabajo. Claro está que tenía talento, si no, no habría destacado por encima de los físicos contemporáneos a él, pero el caso es que no habría llegado al punto de destacar por su talento natural si no hubiera dedicado TODAS las horas en las que no estaba dormido a estudiar.

  Si estudiar física fuera un guerra, el talento sería una bala, y aunque nunca he estado en una guerra diría que se necesita más de una para ganar. El resto se obtienen trabajando duro, así que quizás debería estar poniéndome las pilas en lugar de escribiendo este post.

miércoles, 4 de junio de 2014

Una anécdota graciosa

  El otro día estaba por el campus con algunos compañeros y nos sentamos cerca de otro grupito que parecían de química. Escuchamos como una de las chicas que estaban en él decía: "saqué un 3.9 y fui a hablar con mi profesora a ver si me subía a un 4. Me dijo que me ponía un 5 porque yo me lo merecía."

  Automáticamente todos nos miramos y yo fui el primero en decir en voz alta lo que todos estábamos pensando, que en física es al revés. Sales de un examen flipando porque te ha salido como para un 10, lo que nosotros sabemos que es, como mucho, un 6. Cuando salen las notas ves que tienes un 3.9 y el profesor te dice que es porque te lo mereces.

jueves, 15 de mayo de 2014

¿Son "frikis" los físicos?

  La respuesta corta es sí. La respuesta larga es no con un peeeeero...

  La verdad es que en general los físicos no somos los inadaptados frikis que la gente piensa que somos, aunque tenemos nuestras cosillas. Desde luego no somos esos frikis raros que visten de negro y ven animes... o al menos no vestimos de negro.

  Incluso yo pensaba que lo que me encontraría al entrar serían un montón de frikis y, en general, lo que abunda es lo contrario, gente muy normal (y empollona) con alguna que otra fricada, pero todos tenemos las nuestras, ¿no?

  Entonces, ¿por qué he dicho al principio que los físicos son frikis en general? La respuesta es sencilla, todos lo son pero de una manera que no hay en ningún otro sitio, lo que yo denomino "frikis de la ciencia". Hasta el más idiota de mi facultad es un friki de la física.

  Se me viene a la cabeza un día que vimos un arco-iris en el suelo antes de entrar a clase y de manera instintiva nos pusimos a buscar de dónde provenía. Cuando vimos que el origen era la luz pasando por la esquina de un vidrio, tres o cuatro gritamos: "¡Aberración cromática!"

  La conclusión es, entonces, que sí, somos frikis, pero unos frikis especialitos que salvo en contadas ocasiones no coinciden con la idea típica de friki. Si te identificas con este tipo de frikismo, ya sabes cuál debería ser tu sitio.

martes, 13 de mayo de 2014

Asignaturas en Sevilla: Física General

  He pensado que sería buena idea estrenar una especie de subsección dentro del blog dedicada a hablar sobre asignaturas concretas de la carrera. Como no podía ser de otra manera empezamos con Física General, la única asignatura de física del primer curso.

  En casi todas las carreras hay una asignatura "filtro" que se encarga de meter miedo a los nuevos estudiantes. Sin lugar a dudas esa asignatura es Física General, responsable de reducir el tamaño de los cursos en un 50% de primero a segundo aproximadamente. Es una asignatura que suspende más o menos el 85% de la clase, y en la que no es raro (casi en ninguna de las asignaturas de la carrera es raro en realidad) encontrarse a alguien que está por cuarta o quinta vez.

  Pero, ¿qué es lo que hace tan jodida esta asignatura en particular? Hay varias respuestas a esta pregunta, vamos a centrarnos en las más llamativas:

  - No hay apuntes de ningún tipo que consultar y el profesor va lo más rápido que puede para que no puedas coger los tuyos propios. Una vez le comentamos que era imposible seguir la asignatura así, y nos respondió que lo hacía queriendo para que aprendiéramos a "buscarnos la vida". Un alumno estándar piensa en este punto: "pues voy a sacar libros de la bibliografía de la biblioteca". Buena suerte, son unos 18 temas profundizando en diferentes aspectos de la física, por lo que necesitarás como 10 libros (siendo optimistas) distintos. Por suerte los alumnos nos ayudamos entre nosotros y tenemos un sistema para pasarnos apuntes muy logrado que nos permite, entre otras cosas, tener una especie de libro de Física General que es requisito necesario pero no suficiente para aprobar.

  - Te bombardean con decenas de conceptos que individualmente son "sencillos", pero que juntos hacen una bola de demolición lista para destrozarte. Además, parten de la base de que los dominas totalmente cuando empiezas los ejercicios. Cuando aún no entiendes del todo qué es algo tan simple como un momento lineal, ya estás con problemas de colisiones de partículas y sólido rígido, y eso que hay más momentos mucho más complicados. No hablemos ya de cómo se te queda la cara cuando te dan los conceptos "básicos" de relatividad, mecánica de fluidos o electromagnetismo, entre otros.

  - Los profesores dan para otra entrada... En el turno de mañana tenemos al típico profesor viejo y estricto con el que no tienes nunca una respuesta bien del todo. También en el turno de mañana tenemos un... una... ¿persona? Una profesora invocada de los infiernos que se encarga de los ejercicios en la asignatura, no admite correcciones de ningún tipo y suele quitarte en los ejercicios más de lo que valen (lo normal es que tengas o un cero o un diez en cada uno). En el turno de tarde tenemos la otra cara de la moneda, un profesor que por lo visto incluso estuvo metido en juicios para tener una plaza en la facultad. El turno de tarde suele ser al que se pasan los alumnos cuando están desesperados, porque puede pasar cualquiera cosa... El examen es el mismo, pero el profesor de por la tarde suele corregirlos sin leerlos, literalmente, normalmente a la baja, aunque es casi lotería.

  - Los exámenes son una maravilla. Se dividen en dos partes, un examen teórico y uno práctico (de ejercicios, no de laboratorio). El teórico lo pone el viejo y estricto, y ni que decir tiene que es imposible que una pregunta esté del todo bien. La parte práctica la ponen entre los otros dos, por lo que suele haber un ejercicio "fácil" y dos o tres imposibles que no tienen que ver con lo que hemos hecho en clase, ¿adivináis quién pone los difíciles?

  Todo esto y mucho más es lo que hace esta asignatura tan especial y tan inaprobable. Para terminar podría decir lo único bueno de la asignatura, que como tocas la mayoría de los campos (chiste físico) de la física, suelen gustar mucho las anécdotas que te cuentan sobre cosas en las que profundizas más adelante.

lunes, 12 de mayo de 2014

Facultad de Sevilla

  Ha llegado el momento de hablar de mi facultad (lo que todos queríamos, bieeeen).

  Como alguno de mis lectores ya sabe, la Facultad de Física de Sevilla se caracteriza principalmente por dos razones:

  - Está construida con tecnología de los señores del tiempo, por lo que es considerablemente más grande por dentro que por fuera, incluso teniendo en cuenta que la mayoría del edificio son despachos y laboratorios que no se ven a simple vista.

  - Es el edificio menos feo del campus de ciencias (aunque, para ser justos, compite con una fábrica, una cárcel y un baño gigante).

  Por lo demás, lo mejor es verla. Lo primero que veo cuando llego a la facultad es el lateral que da a la calle:

Podéis observar que en esta época ya le da de lleno el sol sevillano desde temprano

  Lo siguiente que ves es la entrada y la planta baja, donde se encuentra el Aula Magna:

Desde arriba de la entrada se hacen concursos de tirar huevos y que sobrevivan

Podéis verme ligeramente deformado en la vitrina del fondo
El Aula Magna desde un lateral

  Una cosa que llama la atención de mi facultad es que hay cacharros guays y antiguos de física por todas partes a modo de exposición. En la foto de la planta baja, a la izquierda, se puede ver en la entrada al Aula Magna un microscopio de electrones antiguo.

  A partir de aquí es casi todo despachos de profesores, laboratorios y subir escaleras, con las famosas mesas de mi facultad que usan de comedor y sala de estudio todas las demás facultades:

La luz entrando por la fachada de la primera foto

  Las aulas que no son la Magna son más o menos pequeñas, porque en física no hace falta mucho espacio para alumnos. En la entraplanta que se ve al lado de la escalera hay dos aulas (una de ellas es la que uso yo para algunas clases).

  Y cómo no mencionar el detalle del fácil acceso al suicidio (cosa que todo buen estudiante se plantea de vez en cuando). Eso sí, con una redecilla para que los sesos no salpiquen a la calle:

¡¡Ni siquiera es la planta más alta!!

  Todas estas cosas son las que hacen que mi facultad no esté tan mal, junto al césped del campus (al que quizá le dedique una entrada otro día) y a los juguetes de las prácticas que rondan las decenas de miles de euros cada uno.

domingo, 11 de mayo de 2014

No todo es de color de rosa

  Hasta ahora podría parecer que estudiar física no tiene nada malo, ¿verdad? Pues como casi todo, no es tan bonito como parece, y mucho menos en Sevilla. Como dice el título, no todo es de color de rosa, y es lógico teniendo en cuenta que el rosa supone una ínfima franja dentro del la zona visible del espectro electromagnético.

  La primera bofetada de realidad que recibe un estudiante de física es que la física es difícil. No es sólo decir cosas chulas por ahí para quedar de guay como en las películas, el trasfondo de cada anécdota científica lleva detrás muchísimo estudio y trabajo. Y por si tanta dificultad fuera poco, ¡tenemos que aguantar que se crea popularmente que una ingeniera es igual o más difícil!

  Otro punto a tener en cuenta es que aunque sea una carrera especial, tanto en materia como en dificultad, sigue siendo una carrera universitaria, y como tal lo importante es vomitar todo lo que has podido memorizar en unos días sobre un papel. Esto provoca que la gente con mayor predisposición mental y moral para estudiar física tenga que ver como un empollón que no tiene ni idea de física pero memoriza literalmente cientos de ejercicios para el examen les supere considerablemente, no en conocimientos claro, pero si en resultados.

  La tercera gran dificultad que te encuentras es que no te regalan nada en ninguna asignatura, no tenemos asignaturas "maría" como las otras carreras. Todas son como esa asignatura de bachillerato que te preparabas a saco porque era claramente la más difícil y con el profesor más estricto. Cuando te enfrentas a tus primeros exámenes sientes que son algo como esto:


  ¡Y lo peor es que algunos ejercicios de este examen podríamos hacerlos!

  La siguiente gran revelación que te brinda esta carrera es que los profesores te odian, no te conocen, no saben tu nombre, ni te reconocerían de vista por la calle, pero cada uno de ellos te odia personalmente a ti. Hay algunos que no se toman esta norma tan en serio, pero por lo general da la impresión de que los profesores creen ser mejores cuanta más gente suspenda en su asignatura. Por si no fuera suficiente, no tienen piedad, ya puede ser la cuarta vez que te presentas en septiembre y sacas un 4.8, llevarás esa asignatura a la tumba.

  Yo mismo he sacado un 4.4 en un examen final, que haciendo la media con las prácticas y ejercicios me daba aprobado con un seis y pico. La respuesta de la profesora fue: "No has llegado al cinco punto cero en el examen, y si no llegas al cinco punto cero en el examen no tengo ninguna intención de aprobarte". Por si alguien lo dudaba, ¡la restricción para hacer media con el examen era sacar más de un tres! Luego aprobó a los que le caían bien con una media de 4.

  En resumen, la carrera de física en Sevilla es un entorno hostil en el que ni siquiera un oso de agua podría sobrevivir... sólo. Por fortuna también hay otra cosa en lo que destaca esta carrera, y es en el profundo afecto que sienten los estudiantes por el ideal de la ciencia. Dicho ideal provoca que a nadie le preocupe compartir apuntes, consejos o enseñanzas. Al fin y al cabo, todos pasamos por el mismo infierno, ¿por qué no intentar hacerlo más sencillo entre todos?





sábado, 10 de mayo de 2014

¿Por qué física?

  Curiosamente, nunca fue mi primera opción. En realidad desde que era pequeño siempre había estado interesado en las matemáticas, hasta el punto de presentarme a competiciones.

  Cuando iba a entrar en la universidad lo tenía clarísimo, yo quería hacer matemáticas. Y sin pensarlo me metí en la carrera, con segunda opción física, porque en bachillerato me había encantado esa asignatura. Llegué con la ilusión de un adolescente, y no llegué a terminar el segundo año...

  Las matemáticas siempre fueron equivalentes a pensar para mí, y resultó que la carrera no iba de pensar, iba de memorizar demostraciones. La decepción fue mayúscula (DECEPCIÓN vamos).

  Como no sabía que hacer, opté por aquel plan B que tenía al principio, y probé a ver cómo era física. El primer año de física se puede resumir como matemáticas, pero no para memorizar, sino para pensar en cómo se traduce el lenguaje de la realidad para que lo entiendan unos simios con aires de grandeza, y eso era la física. Esas matemáticas no eran una aglomeración de demostraciones, eran para pensar cómo algo tan abstracto puede regir algo tan real como somos nosotros mismos.

  Entonces te das cuenta de que física en realidad es matemáticas-física, un esfuerzo de miles de años de antigüedad para abstraerse al nivel de las matemáticas, entenderlas y, lo más importante, volver a la realidad con la cordura suficiente como para explicarle a tu colega qué es, por ejemplo, un momento de inercia, y cómo se encuentra en la vida diaria por todas partes, y que lo usamos aunque no entendamos qué es eso ni que tenía nombre.

  Curiosamente resultó que las matemáticas que yo quería eran para entenderlas, y eso me llevó a la carrera probablemente más difícil, pero la más reconfortante a un nivel, por extraño que parezca, metafísico.

viernes, 9 de mayo de 2014

¿Qué es púlsar?

  Técnicamente, un púlsar es una estrella de neutrones que emite radiación periódica, pero no va de esto la cosa.

  Púlsar es un blog sobre Xavi, un estudiante de física de Sevilla. En estos tiempos estamos bombardeados con datos y datos sobre ciencia y, en concreto sobre, física. La pregunta es, ¿quién está detrás? Da la impresión de que los físicos no son personas, aunque lo son (más o menos), y alguna vez en su vida no sabían todo lo que se podía saber sobre el universo.

  El objetivo de este blog es acercar a la gente a la vida de un estudiante de física en su día a día, con sus altibajos y sus... bajos... bajos. Me metí en la carrera porque tenía mucha curiosidad por cómo funcionan las cosas, y como buen físico, voy a hacer un experimento a ver a dónde llega esto.

  Comprobaréis que soy una persona normal, con sus propias aficiones, pero con el punto de locura suficiente para querer aprender sobre el universo (¡¿Quién me mandaría meterme aquí?!).